Calefacción
La composición del GASÓLEO C es parecida a los gasóleos A o B, diferenciándose en que posee niveles más altos de parafina y azufre principalmente, componente que mejora la combustión y confiere un mayor poder calorífico.
Ahorro energético.
Tanto el gasóleo B como el C tienen un poder calorífico parecido (aproximadamente 10.250 kcal/kg). Pero la diferencia es la densidad. El gasóleo C tiene aproximadamente de media una densidad de 880 kg/m3, mientras que el gasóleo B tiene 830 kg/m3 de densidad. Esto quiere decir que si se necesitan 10.000 litros de gasóleo B para calentar algo, con algo más de 9.400 litros de gasóleo C hubiera sido suficiente, y como el gasóleo se vende en litros el ahorro supera el 5%.
Aditivación.
El gasóleo B está diseñado para quemar como carburante en motores de explosión interna, con unos paquetes de aditivos muy diferentes a los que tiene el gasóleo C, que está diseñado para quemar como combustible en quemadores de calderas. Si se utiliza gasóleo B en calderas se pueden formar sales que ensucien y obstruyan los quemadores. Aunque a priori se piense que al ser un gasóleo más ligero vaya a mantener más limpio el circuito de combustible.